Umbral Expandido: La Exlusión, concierto-performance de Niño de Elche
*Con el apoyo de Acción Cultural Española, a través de su Programa de Internacionalización de Cultura Española.
Por Alejandro Ohtokani
Si bien Niño de Elche dio el salto al mainstream gracias a su participación en El Madrileño, álbum más reciente de C. Tangana, con quien colaboró en las canciones Tu me dejaste de querer y Veneno, el artista proveniente de Alicante ya era una de las figuras más destacadas de la escena internacional. Lo anterior gracias a sus composiciones musicales que experimentan con el flamenco, jazz y la electrónica, las cuales también vincula con otras disciplinas artísticas como el performance.
Un ejemplo de esto último se pudo apreciar durante su presentación en el Foro Alicia Urreta de la Casa del Lago, donde junto al guitarrista Raúl Cantizano comenzó interpretando Muerte-Nada, uno de los 4 fragmentos de 20 minutos que componen su último disco La Exclusión, la cual fue acompañada de imágenes del cineasta Lois Patiño.
Posterior a esta composición que dialoga sobre uno de los grandes males del siglo XXI: la exclusión que diversos grupos enfrentan, interpretó Informe para Costa Rica, una canción que se posiciona en contra de las dictaduras.
Continuando la presentación, Niño de Elche y Raúl Cantizano tocaron el tema Nadie me conoce, el cual fue dedicado a su “amigue” Beatriz Preciado, quien forma parte de la comunidad transgénero y se le reconoce por su trabajo en la filosofía, y donde el cantante hizo reflejo de la versatilidad de su voz.
A esta canción le siguió una potente interpretación de Deep Son, una pieza con aires de rock que terminó con una rabieta del vocalista con el micrófono, y que además está inspirada en el disco Lorca de Tim Bluckley, quien a su vez compuso el álbum pensado en los poemas de Federico García Lorca.
Finalmente, y entre una ola de aplausos, Niño de Elche y Raúl Cantizano dieron lugar a Fandangos y canciones del exilio, un flamenco del cual reflexionó: “Hay una palabra que se da en el fútbol, los toros y el flamenco, capaz de resumir a España entera y que nos permite escapar de lo mejor y peor: ¡OLÉ!”.