
Toda la luz que podemos ver: Una entrevista con Pablo Escoto
Por Pablo Rendón (@pagusrendon)
Toda la luz que podemos ver, proyecto más reciente del realizador mexicano Pablo Escoto, forma parte de Ahora México, del Festival Internacional de Cine UNAM, sección que se ha convertido en un espacio de estreno del cine independiente mexicano en la Ciudad de México. Tuvimos la oportunidad de conversar con el cineasta sobre su segundo largometraje como director, quien nos habló del reto que implicó dar el salto a la ficción, con un relato de tintes épicos inspirado en la poesía novohispana.
Pablo Rendón: Bien Pablo, nos gustaría primero hablar de los 10 años ya del FICUNAM, y de tu película que ha sido seleccionada. Es la segunda vez, ya que anteriormente ganaste el Puma. ¿Qué nos puedes contar? ¿Qué se siente haber sido seleccionado una vez más?
Pablo Escoto: Pues me siento muy feliz de que nos vuelvan a invitar aquí al FICUNAM, estamos muy agradecidos de haber tenido la oportunidad de mostrar Ruinas tu reino, porque con el premio que nos dieron fue como filmamos esta película; entonces sí, estamos muy felices de estar aquí en el FICUNAM de regreso, que es un lugar en el que desde hace muchos años, antes de hacer cine, nada más nos acercábamos a verlo, fue un lugar donde aprendimos muchas cosas y estamos muy felices de poder mostrar nuestras películas aquí.
PR: ¿Qué recuerdas de esa edición del FICUNAM en 2017, cuando ganaste y subiste al podio a recibir aquel premio? ¿Qué recuerdos te dejó eso?
PE: Pues recuerdos muy gratos de estar ahí con todos los amigos, el equipo con quien hicimos toda la película estaba ahí y fue muy grato recibir ese reconocimiento, y recuerdo que además había muchas buenas películas ese año.
PR: Hablando del festival, hablábamos con los cineastas de la importancia del espacio para mostrar un cine distinto, un cine independiente, un cine de autor. ¿Tú cuál consideras que es la cualidad principal en este festival?
PE: Pues para mí lo más importante es la exposición a este otro cine, y que para nosotros fue muy significativo poder tener esta ventana hacia este otro cine, que nos permitió descubrir a muchos cineastas, muchas otras formas de ver, y creo que eso es algo muy importante que el FICUNAM le trae a la gente interesada aquí en la ciudad.
PR: Hablemos de la película Toda la luz que podemos ver, ¿qué va a encontrar el espectador cuando entre a ver la película?
PE: Pues es una historia de amor, bueno, dos historias de amor que ocurren en los volcanes del Valle de México. Es una historia de época que ocurre en dos temporalidades distintas que tiene que ver con dos distintos periodos de la historia de México.
PR: ¿Cómo te interesaste por este tema? Leía en una entrevista que te interesó la cuestión novohispana
PE: Pues creo que tiene algo de relación con Ruinas…, en que es una investigación con la historia de México, en la imagen y el paisaje. Entonces, ahora queríamos trabajar desde otro lado, que tiene que ver más con el cine de ficción, y trabajar con la historia a través de esto, y trabajar con la representación de la historia a través de nosotros y a través de la ficción.
PR: ¿Y cómo fue ese salto del documental a la ficción?
PE: Creo que sigue siendo un documental. Fue muy interesante también en esta película que trabajamos de manera colectiva, un grupo de amigos, que es el mismo grupo con el que hicimos Ruinas tu reino pero un poquito más grande, y la idea era aprender a hacer cine juntos en el periodo de hacer esta película y explorar juntos. Pasamos tres años filmando esta ficción a través de improvisaciones y distintos procesos de escritura de guion, entonces fue como ir descubriendo juntos cómo queríamos hacer que este cine de ficción fuera nuestro.
PR: Me contabas que también fue financiada en parte por el premio que tuviste en FICUNAM, cuéntame más del proceso, ¿qué sucedió en esos tres años en los que dejamos Ruinas tu reino y pasamos a Toda la luz que podemos ver, ¿que ocurrió ahí, en ese lapso?.
PR: Muchas, muchas, cosas. Fue en cuanto Ruinas tu reino se estaba exhibiendo que comenzamos a filmar esto. Nos fuimos en los primeros días de enero de 2017, con un pequeño guion que habíamos escrito. Con los actores y todo el equipo nos fuimos a filmar el paisaje con este deseo de tener un encuentro con el paisaje y, de que esto informara a la película, más que una planeación de un guion escrito de principio a fin perfectamente estructurado. Era un poco esta idea de traer textos históricos y poéticos que nos tocan, y llevarlos al paisaje, entonces en esa tensión, en esa experiencia, en ese encuentro, que algo se desarrollara. Eso fue lo que un poco estuvimos haciendo. Pero para responder más bien a tu pregunta de qué pasó entre Ruinas tu reino y esto, creo que tenía que ver también con nuestra vida, nuestro crecimiento como amigos, como gente que se quiere, gente que se ama y cómo fuimos experimentando de otras maneras el cine, a través del cine.
PR: Es una película muy personal entonces. ¿Qué hay de ti? ¿Qué dejaste en este trabajo?
PE: Todo (risas).
PR: Y cuéntame, ¿cómo juntas esta parte de la cuestión novohispana pero también un poco el relato épico, el relato, no sé, hasta con cierto tinte romántico griego? ¿Cómo lograste juntar estos dos universos para ésta película?
PE: Para mí, eso también tiene mucho que ver con un sentimiento que teníamos con Ruinas tu reino, que era esta cuestión de la épica y luego la épica personal. En Ruinas tu reino el trabajo de los pescadores como una cuestión de una épica por la que ellos viven y también en sus relaciones familiares, que también tenía que ver con una épica nuestra, nosotros poniendo el cuerpo e imaginando esto; entonces, creo que estos sentidos arquetípicos de la épica y del heroísmo que son griegos pero también son mexicanos, este mestizaje, estos dos mundos, son lo que nos interesa mucho; tiene mucho que ver con el nacimiento de la película y con el nacimiento de Ruinas tu reino, que es el deseo de experimentar este mestizaje simbólico, este mestizaje cultural y trabajar con esos diferentes materiales pertenecientes a nuestra historia, no solamente de México, sino también de la poesía latinoamericana y ver qué nos pueden decir hoy.
PR: Además es un relato que me comentas que se trabajó mucho sobre la marcha, ¿cómo fue construir esta épica precisamente, sobre la marcha?
PE: Fue un proceso interesante. Fue interesante porque nosotros nunca habíamos hecho cine de ficción. Hicimos este boceto de guion que tiene más o menos la estructura que tiene la película hoy, pero lo importante era ver qué había en medio, qué era lo que acontecía en este día, que era la idea del inicio, de hacer una película que ocurre en un día en dos tiempos; entonces fue un poco ir poniendo de nosotros, ir experimentando con las cosas que nos tocan con el paso de los años, las cosas que nos cambian, a mí, a mi compañera con quien escribí el guion, y también a Salvador Amores, con quien escribimos el guion, mi compañera Cat de Almeida, el fotógrafo Jesús Núñez, la actriz Maria Evoli y todos, cómo íbamos cambiando y encontrando distintas cosas que nos tocan; y luego cómo podíamos expresar esto a través de este espacio muy abierto que era esta película, y entonces era ir imaginando las distintas líneas narrativas que podía tener la película, que tenía que ver con las líneas narrativas nuestras y de nuestros sentimientos y nuestras emociones.
PR: El lema de este año del festival es el cine que provoca. ¿Qué esperas provocar tú con tu película?
PE: Un deseo de explorar la historia y el paisaje propio, de uno mismo.