
Territorio: Una entrevista con Andrés Clariond
Por Pablo Rendón (@pagusrendon)
Territorio, el largometraje más reciente del realizador mexicano Andrés Clariond, forma parte de la sección Ahora México del Festival Internacional de Cine UNAM, la cual se ha convertido en un espacio de estreno del cine independiente mexicano en la Ciudad de México. Tuvimos la oportunidad de hablar con el cineasta regiomontano acerca de los temas tratados en su película: la representación de nuevos modelos de masculinidad en el cine mexicano y las situaciones llevadas al extremo para incomodar al espectador.
Pablo Rendón: ¿Qué significa para ti el haber sido seleccionado por el FICUNAM?
Andrés Clariond: Me siento muy orgulloso, porque creo que el FICUNAM es un festival rebelde. Desde que yo escogí este tema y esta película buscaba este tipo de espacios para tocar estos asuntos controvertidos y fuertes que nos cuesta trabajo asumir y analizar. Por eso FICUNAM me parece el lugar perfecto para presentar Territorio.
PR: Sueles tocar temas ríspidos en tus películas. En un espacio como el FICUNAM que se presta para la discusión, ¿por qué te parece el lugar perfecto para presentar la película?
AC: Bueno, a mí lo que más me interesa de hacer cine es generar discusiones, traspasar las páginas de noticias o de arte, y suscitar pláticas y debates sobre los temas que están de moda en la actualidad, por eso me encanta la idea de estar en un espacio en donde habrá mucho análisis y mucha discusión. Lo que yo más disfruto de hacer cine es eso, provocar pláticas después de la película; que la película resuene después de la función y que siga la conversación.
PR: En Hilda, tu película anterior, abordas temas como el racismo y el clasismo; ahora en Territorio cuestionas la representación de la masculinidad en el cine mexicano, ¿qué tan difícil fue construir un personaje que no responde al estereotipo del macho mexicano?
AC: Yo quise hacer un personaje que tuviera esta aparente sensibilidad, pero que si le rascas sale esto de lo que los hombres no nos podemos despojar y que viene desde nuestra educación y de nuestra cultura. Después vienen esas inseguridades, esas obsesiones que nos acompañan siempre; esas rivalidades, esta parte todavía irracional o animal del ser humano que está ahí y que yo quise sembrar en todos los personajes. Entonces, para mí era importante hacer ese balance, no hacer personajes maniqueos donde fuera uno el súper macho y otro el macho débil; yo creo que los dos tienen una parte sensible y otra muy viril.
PR: Tuve la oportunidad de ver tu película en el Festival Internacional de Cine de Morelia y recuerdo que al terminar la función, en la sesión de preguntas y respuestas, la gente decía que había sufrido la película. Al momento de realizarla, ¿pensaste que ibas a despertar esa sensación en el espectador?
AC: Sí, pues yo sabía que las situaciones llevadas tan al límite, situaciones tan incómodas, iban a generar ese tipo de reacciones. Sí lo tenía en mente y era un poco parte de la estrategia al hacer esta historia donde este personaje baja a los peores infiernos.
PR: El lema de la décima edición del FICUNAM es “El cine que provoca”, ¿tú de qué manera provocas con el cine?
AC: Bueno, el cine que no provoca está en el lado equivocado. Yo creo que es una herramienta para hacer que la gente se cuestione y se transforme, y que al salir del cine no sea la misma persona. Entonces, es vital que el cine provoque y ése es uno de mis objetivos.