¿Cuántas veces más verás salir la luna llena? Ryuichi Sakamoto: Opus

Por Pablo Rendón

Las cosas ocurren solo un determinado número de veces, en realidad, muy pocas. ¿Cuántas veces más recordarás cierta tarde de tu infancia, una tarde que forma una parte tan entrañable de tu ser que ni siquiera puedes imaginar la vida sin ella? Quizá cuatro o cinco veces más. Quizás ni eso. ¿Cuántas veces más verás salir la luna llena? Quizás veinte. Y sin embargo todo parece ilimitado.

—Paul Bowles

¿Cuántas veces más verás salir la luna llena?, se escucha en full moon, pista que forma parte del álbum Async, de Ryuichi Sakamoto. La cita sonora, leída por su autor Paul Bowles, pertenece a la obra El cielo protector, a la que por cierto Sakamoto habría de poner música en la adaptación fílmica de Bernardo Bertolucci realizada en 1990. Async, lanzado en 2017, fue el último trabajo discográfico realizado por el compositor japonés, luego de ser diagnosticado con cáncer de garganta. El último trabajo de un músico que jamás dejó de mirar hacia el futuro.

El crítico inglés Simon Reynolds dedica en su libro más reciente, Futuromania: Electronic Dreams, Desiring Machines, and Tomorrow’s Music Today, todo un capítulo a la extensa e inclasificable obra de Ryuichi Sakamoto, considerándolo uno de los pilares de la música moderna. Decir, pues, que sin la música de Sakamoto el panorama del pop actual sonaría completamente diferente no es una aseveración exagerada.

Su trabajo con Yellow Magic Orchestra, al lado de Harumi Hosono y Yukihiro Takahashi, definió, en una suerte de efecto mariposa, el sonido de los años ochenta. Con la intención de burlarse de los estereotipos de un Japón que aún se debatía entre la tradición y la modernidad, YMO forjó un sonido propio a través de una no muy extensa discografía, pero sí muy significativa. Los primeros exponentes del tecnho en Detroit y del hip-hop en Nueva York, como Belleville 3 y Afrika Bambaata, estudiaron los álbumes de la agrupación japonesa para dar cabida a ese sonido futurista que les caracterizó.

Discos de su carrera en solitario, como Esperanto o Neo Geo, comparten la misma curiosidad sonora que inspiró al exvocalista de los Talking Heads, David Byrne, a incursionar en sonidos como el bolero latinoamericano o el afrobeat nigeriano. Ambos son dos claros ejemplos de eso que Jon Hassell, uno de los precursores del new age, llamó la música del cuarto mundo. No es de extrañar que ambos compositores, movidos por inquietudes similares, hayan colaborado en la banda sonora de The Last Emperor, de Bernardo Bertolucci. 

Aunque principalmente reconocido por una labor de carácter mucho más clásico como compositor de memorables bandas sonoras para cineastas como Nagisa Oshima y Alejandro G. Iñárritu, Ryuichi Sakamoto fue siempre un explorador sonoro inquieto y arriesgado, dos cualidades que lo colocan dentro de ese largo linaje de personajes inclasificables que definieron la música moderna, como lo son Brian Eno, David Bowie y Kate Bush.

Opus, el documental dirigido por Stephen Nomura Schible, es, en ese sentido, el complemento visual de Async. La película sigue a Sakamoto durante un período de varios años, capturando su proceso creativo, su lucha contra el cáncer, su activismo ambiental y sus reflexiones sobre el arte y la vida. La película ofrece una visión única de uno de los artistas más influyentes de Japón y una exploración profunda de su legado musical y cultural. 

Con motivo del estreno en México de la película Ryūichi Sakamoto | Opus (Neo Sora, 2024), en el marco de FICUNAM 14, y con la finalidad de brindarle a nuestra audiencia un retrato sonoro del polifacético Ryuichi Sakamoto, el equipo de FICUNAM seleccionó algunas de sus canciones favoritas del compositor japonés. He aquí el resultado.