
Punto de vista: Encuentro de nuevas narrativas. Mesa de reflexión: Las intersecciones de la otredad, la porosidad de los márgenes
Por Alejandro Ohtokani
El salón Venustiano Carranza en el Complejo Cultural Los Pinos fue el punto de reunión de las cineastas Bette Gordon, Anisia Uzeyman y Courtney Stephens, quienes dialogaron sobre su proceso creativo en una charla moderada por Natalia Durand, y comenzaron por responder la pregunta: ¿Existe la mirada femenina?
Por un lado, la documentalista Courtney Stephens argumentó que las personas siempre estamos “condicionadas por nuestra experiencia y cuerpo, y eso afecta la manera en que se crean imágenes, no hay una mirada neutral”.
Mientras tanto, Bette Gordon confesó que no le gusta utilizar el término mirada femenina ya que le parece “reductivo”, y mencionó que como cineasta le “funciona más ser disruptiva , tomar las instituciones y encontrarles fallas”, aunque es consciente de que la “industria no apoya el trabajo de las mujeres y por lo tanto tenemos que luchar por equidad”.
Tras lo anterior, Anisia Uzeyman dialogó sobre la idea detrás de su película Neptune Frost, la cual gira en torno a una intersexual fugitiva y una minera de coltán, mencionando que “lo más dificil en la estructura patriarcal es definirnos”, ya que la misma encierra a las personas en “aquello que resulta cómodo, haciéndonos pensar en polos binarios tanto en lo que respecta al género como a las imágenes”.
Para Anisia Uzeyman, esto último “limita nuestra capacidad de empoderarnos y extender nuestra participación política para que cambie la estructura”.
Bajo la misma línea, Bette Gordon expresó que mediante su obra ha buscado “confrontar el canon hegemónico”, y un ejemplo de ello es su película Variety, la cual está protagonizada por una mujer que desarrolla una fascinación por la pornografía mientras vende entradas para películas de adultos.
Al respecto de esto último, la directora explicó que en el susodicho filme buscó subvertir dos aspectos, el primero fueron los tópicos del género noir: “quería mostrar a las mujeres en un terreno que normalmente está prohibido para ellas: la noche”, y el segundo tiene que con la manera en que su protagonista explora y disfruta de su sexualidad mediante el contenido para adultos: “Nunca he visto a la pornografía como una opresión, en cambio prefiero preguntarme: ¿cómo la uso a nuestro favor?”.
Por otro lado, Courtney Stephens dialogó sobre su filmografía sustentada en el documental, específicamente en el material de archivo filmado por otras mujeres, los cuales calificó como “filmes amateurs” que le hacen preguntarse: “¿cuál fue su propósito de filmarlos?”, y confesó que lo que más le impresiona de los mismos es la “creatividad anónima y el punto de vista que filtra su privacidad”.
Finalmente, Natalia Durand reflexionó sobre como la aproximación de las cineastas, el pensamiento de deseo femenino de Bette Gordon, el afrofuturismo de Anisia Uzeyman y el acercamiento al material de archivo por sensación de Courtney Stephens, son un interesante punto de partida para construir un futuro más diverso y lejos de la estructura patriarcal.L
