
Punto de vista Ellas miran: entre el cine experimental de Duras y el cine realista de Tanaka
Por Andrea Villanueva
Ellas miran: entre el cine experimental de Duras y el cine realista de Tanaka, se llevó a cabo el 5 de junio en el Auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC). En este evento participaron Andréa Picard, curadora y escritora; Satomi Miura, profesora e investigadora; y Lucrecia Arcos, poeta, profesora e investigadora. Durante la conversación, se ensamblaron reflexiones sobre el trabajo cinematográfico de Marguerite Duras y Kinuyo Tanaka, ambas parte de las retrospectivas presentadas en FICUNAM 13, esta colaboración fue posible gracias a la Cátedra Bergman y el FICUNAM, con el apoyo de la Embajada de Francia en México-IFAL y la Fundación Japón en México.
Marguerite Duras, escritora, y Kinuyo Tanaka, actriz, son recordadas como emblemáticas cineastas. Aunque sus trabajos son distintos, abordan temas con muchas similitudes, como el melodrama, la soledad, la guerra, el amor, la ruina interna y la sexualidad, ambas en busca de variantes de identidades. Estas dos cineastas realizan un papel significativo en el cine realizado por mujeres. Según las palabras de Andréa Picard: “Duras y Tanaka son dos cineastas radicales, pero con diferentes lenguajes”.
El cine de Tanaka es político, retoma temas como la Segunda Guerra Mundial y las trabajadoras sexuales, buscaba tener a mujeres como protagonistas que aspiraban a tener una vida mejor, siempre dejando un rastro de empatía hacia el espectador. Aunque su vida era la actuación, cuando cumplió 40 años tomó las riendas y decidió dedicarse a la dirección de cine, gracias a sus muchos años de experiencia en la industria, recibió mucho apoyo y su trabajo se volvió muy cooperativo; en su momento sus películas fueron objeto de críticas debido a los temas que abordada, sus productos eran divertidos, refrescantes y con temas novedosos, siempre jugando con la pantalla. El lenguaje y sus diálogos eran rebeldes y provocadores, a pesar de las limitaciones que enfrentaba.
Por otro lado, el cine de Duras era mucho más experimental, y es considerada una cineasta “punk”. Retoma temas como la pérdida, el colonialismo, los deseos sexuales de las mujeres, las relaciones fraternales, las relaciones entre amantes, la destrucción y cómo a partir de esto todo se vuelve a construir. Duras comenzó a hacer cine porque no le gustaba cómo los hombres adaptaban sus novelas; su trabajo es tan experimental que incluso resulta difícil de ver, ya que existe una línea borrosa entre lo “real” y lo “ficticio”, esto la hacía completamente libre, jugaba con su voz y sus personajes, quienes vivían y morían bajo la literatura y el cine. De esta manera, creó un espacio para confrontar a la audiencia. Duras era completamente rebelde y seductora en todos los aspectos de su trabajo.
La “libertad” es un concepto que ambas cineastas compartieron, aprendieron de las personas que las rodeaban, de sus contextos, de los sonidos, imágenes y colores, creando nuevos espacios de tiempo que se extendían a sus personajes, fueron precursoras en el cine que provoca.