“El cine siempre es algo donde todo es posible”.
Mathieu Almaric
En el marco de la décima cuarta edición de FICUNAM, en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, se llevó a cabo el conversatorio Mutabilidad polifacética como parte de las actividades de homenaje a Mathieu Almaric en colaboración con la Embajada de Francia, Unifrance, el Instituto Francés de América Latina (IFAL), MUBI y la Cátedra Bergman.
De la mano de Maximiliano Cruz, Director artístico de FICUNAM, y Fana Adjani, directora de cine y performancera, el público pudo escuchar al distinguido director francés en un recorrido por sus vivencias, ideas y transformaciones a lo largo de su carrera como creador de cine.
Durante una de sus primeras intervenciones el director mencionó que para él la labor cinematográfica es un conjunto de oficios que logran construir el cine. Es normal que en el proceso se enfrente con dificultades o problemas técnicos que logra sobrellevar a través del amor a las herramientas y el placer de la flexibilidad frente a cada inconveniente.
Una de las experiencias que el director compartió con el público fue su amistad con el compositor estadounidense John Zorn, con quien forjó un lazo desde 2008. Esta relación se cimentó cuando el compositor le pidió a Amalric hacerle un retrato para televisión que nunca vio la luz, pero a partir de esto el director se mantuvo filmando a su amigo de lo cual surgieron sus obras Zorn I, II, y III, que forman parte de la programación de FICUNAM 14.
Una particularidad del proceso creativo del cineasta consiste en grabar un par de escenas, dejar transcurrir unos meses en los que él mismo analiza el material como un espectador ajeno, para luego continuar con la grabación, todo esto con el objetivo de que las escenas no sean repetitivas y no aburrir al público.
El conversatorio finalizó con un par de preguntas por parte de los asistentes y un agradecimiento al director por parte de los ponentes.