La enfermedad es irreversible. Incluso caminar se ha convertido en un penoso desafío para Paris y por eso sus hermanos y su madre han decidido que su única hija cuide de él. Tras algunos años de ausencia, la joven Artemisa debe regresar a Grecia. “Existe una distancia inmensa”, dice ella al describir su relación con el hombre enfermo, su padre, que apenas le dirige la palabra desde que era pequeña y quien ahora debe depender de ella. Pero a pesar de los extenuantes ejercicios diarios, el temperamento voluble de Paris, la presión de su familia paterna y el resentimiento que crece día a día en el corazón de Artemisa, el descubrimiento de un secreto suscitará la posibilidad de renovar un vínculo aparentemente perdido.
Después de dirigir algunos reconocidos cortometrajes que compitieron en escenarios como la Berlinale, la Semana de la Crítica de Cannes y Locarno, Lentzou trabaja de nuevo con la actriz Sofia Kokkali para entregar una extraña y cálida ópera prima en la que el singular desasosiego de su protagonista, paradójicamente, parece encontrar una resonancia en el más insospechado movimiento de los cuerpos celestes. En esta nueva obra encuentran un carácter aún más íntimo algunos de los motivos de los anteriores trabajos de esta joven directora: núcleos familiares desarticulados, una permanente incomodidad de sus personajes femeninos y la insistente búsqueda de una correspondencia con el universo que las rodea.