Montaje(s) insurrecto(s): orígenes y derivas de los usos de archivo en cine

Por Monse Daza

“La contrapartida de aquello que no existe, la contrapartida es la ausencia”

Azul Aizenberg

En el quinto día de actividades de FICUNAM 14, en la Sala Manuel González Casanova de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas, se llevó a cabo la Sesión abierta. Montaje(s) insurrecto(s): orígenes y derivas de los usos de archivo en cine. 

Isabel Toledo, Coordinadora Ejecutiva de la Cátedra Ingmar Bergman en cine y teatro dió inicio a la sesión agradeciendo a todas las instancias colaboradoras del evento: el MUAC, el patronato del MUAC, la Secretaría  de Cultura de la Ciudad de México, la DGECI, la ENAC y por supuesto a la cineasta argentina, Azul Aizenberg, quien después tomó la palabra para dar las gracias a los organizadores del evento y a los asistentes.

A manera de introducción, la cineasta mencionó su trabajo como docente, sus estudios en la Universidad del Cine en Buenos Aires y la creación de un espacio para la experimentación audiovisual llamado Ver y Poder. Sus interpretaciones sobre el archivo surgen del conocimiento teórico pero también de su trabajo como cineasta y el acompañamiento de películas que ha realizado por varios años.

La primera fotografía que presentó la ponente fue tomada en 1968 en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, por Carlos Saldi. A partir de esta imagen, la cineasta explicó que forma parte de las pocas imágenes a las que se puede acceder sobre el Rosariazo, un hecho histórico previo al Cordobazo, una huelga de obreros y estudiantes contra la dictadura cívico militar de ese momento. Mencionó que este archivo se asemeja al material de la Matanza de Tlatelolco de 1968 con el que estarán trabajando en el Taller: Profanaciones, resistencias, sublevaciones

La conversación pasó por diversos puntos entre los cuales estuvieron la construcción del found footage (metraje encontrado) y su invisibilización, el poder de preservación de las imágenes, su acceso, propiedad, reapropiación, la memoria, la ausencia, entre otros. 

Cerca del final del evento, Azul Aizenberg invitó a los asistentes a entablar un diálogo con el presente y así poder recuperar las memorias. Tras una intervención del público y con un efusivo aplauso para la realizadora terminó la clase magistral.