Contra la prescripción 

Como cineasta que ha trabajado desde los años ochenta, me inclino por romper y subvertir el statu quo. Mi película Variety pudo haber sido considerada incorrecta cuando fue estrenada -y quizá también ahora- porque se enfoca en la pornografía. Variety es una película sobre el acto de ver. Uso cuadros dentro de cuadros, ventanas, pasillos y reflejos para capturar la idea de mirar y ser mirado.

La pornografía me ofreció una forma de explorar esto y ver qué tenía que decir sobre el deseo y la clase de fantasías que la movilizan. Quería hablar sobre mi propia sexualidad con una voz que no fuera la de la censura, usando la fantasía para investigar el deseo. Algunas mujeres al mismo tiempo vieron a la pornografía como un enemigo a vencer, la tacharon de ser un instrumento de explotación sexual que desembocaba en violencia contra de las mujeres. Pero pensé que esto podría llevar hacia un alineamiento con un interés conservador, particularmente en lo relacionado a la censura. Para mí, tomar control de mi sexualidad significaba que tenía la habilidad de mirar a la pornografía y desafiar la nación de la sexualidad como una construcción. El sexo, la muerte y la violencia no son únicamente asunto de hombres.

La corrección política en el arte puede inhibir la exploración de temas complejos que requieren no ser evitados sino de una excavación profunda para ser analizados. Si prescribes lo que los artistas deben hacer y mostrar entonces estableces limitantes y corres el riesgo de perder distintas voces, puntos de vista y maneras de ver. El movimiento Me Too ha sido de suma importancia. Pero también, a veces con nuevos disfraces, el viejo moralismo amenaza con caer en la censura. Debemos estar alerta.

Para mí, la corrección política trata sobre la insistencia de que las mujeres y personas de todas las razas y etnias tengan la misma oportunidad de trabajo en los negocios, la política, el arte, el cine, las instituciones educativas, etcétera. Necesitamos igualdad de representación e igualdad de salarios. Aún hay un camino largo por andar.

*Bette Gordon, directora

**Estos párrafos fueron tomados de una entrevista de Apuntes con Bette Gordon