Comprender lo imposible; Niña sola, de Javier Ávila

Por Maximiliano Cruz

Arce, mujer trabajadora con tres hijos a su cargo, recibe un día la mala noticia de voz de su jefa, mientras trabaja en la maquiladora en las inmediaciones de Tijuana. Aquella mañana había salido con un mal presentimiento. Cintia, su hija de 19 años, se había quedado sola en casa. Para entonces, Arce arrastraba una turbulenta relación con su ex novio, celoso patológico obsesionado con Arce, a quien en más de una ocasión a lo largo de los años agredió y advirtió de los alcances que podría tener su “demonio interior”.

Auscultando la violencia contra la mujer en la inmanencia del ser mexicano, el director Javier Ávila acomete la reconstrucción de un crimen impune tomando como pivote narrativo el descarnado testimonio de Arce y su hija mayor, quienes intentan encarrilar la existencia tras el asesinato de Cintia, en un entorno de abandono estatal y miedo sempiterno hacia el género masculino. Con registro de calles y locaciones donde tuvieron lugar los hechos, aprovechando imágenes de archivo de Cintia para ilustrar una historia que en la vida real se repite en una delirante puesta en abismo, acompañamos a estas mujeres en su cuesta por tratar de entender lo incomprensible. ¿Cuál es el núcleo de la violencia infligida a diario a las mujeres en México por parte de los hombres? ¿Por qué ese impulso cobarde y destructor que arrasa vidas como un tren desbocado? Pareciera insuficiente todo esfuerzo por dar respuesta a estos interrogantes, más aún para las que preguntan: familiares de víctimas quienes son víctimas a su vez del círculo más podrido del patriarcado imperante.