
Taller Tsai Ming-liang: La experiencia de habitar un cuerpo
Por Mauricio Rosas Hernández
Dentro de las actividades programadas para esta décima primera edición del Festival Internacional de Cine UNAM, FICUNAM, el director taiwanés Tsai Ming-liang ofreció un taller con convocatoria limitada organizado por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM y la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman en cine y teatro, en colaboración con el Ministerio de Cultura de Taiwán, Taipei Economic and Cultural Office in Los Angeles, MUBI, Síntesis y la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas. A continuación les compartimos las claves de la sesión en 24 cuadros:
1.- A partir de la filmación de Goodbye Dragon Inn mi cine comenzó una transformación radical. Desde entonces fijé mi atención en el espacio y cómo era que éste podía adquirir una importancia igual o mayor que la del resto de mis personajes.
2.- Esta película en particular está construida adrede para conocer el cine a través del tránsito de los personajes. En ese sentido considero que es un acercamiento a las artes plásticas dadas las condiciones estéticas de los planos.
3.- Me interesan los momentos que aparentemente no significan mucho, donde ocurren pocas acciones pero que en el fondo yo los pienso sumamente significativos, tan solo estar parado observando la calle puede ser algo muy fuerte.
4.- Cada vez que comienzo a filmar, mis actores ya conocen los términos generales de las escenas, pero una vez dentro del set abrimos un espacio para encontrar factores sorpresa dentro de la improvisación y es entonces como los cortes de los planos surgen entre esos descubrimientos.
5.- Yo no escribo mis guiones de una manera convencional; por el contrario, escribo pequeños borradores sobre escenas en específico bajo situaciones determinadas. Nunca escribo diálogos, estos los decido en el rodaje junto con mis actores, establecemos un diálogo y por lo general ellos son quienes los proponen.
6.- Si bien en mi obra se ve reflejado el ambiente social que se vive en Taiwán, no me gusta emitir juicio al respecto, simplemente trato de situar los contextos en los cuales sucede.
7.- Tanto en Goodbye Dragon Inn, como en The River y Vive l’amour pongo en contraste estas situaciones y trato de actuar como un mero observador. Retrato las consecuencias que se ven reflejadas en la vida de mis personajes.
8.- Los objetos que usualmente utilizo, y que se repiten en mis películas, son objetos que han aparecido en momentos distintos en mi vida personal. Encuentro un interés muy profundo en la repetición de todo lo que se va manifestando en la vida.
9.- Otra cualidad importante de estos objetos es que dependiendo del momento en que aparecen tienen un significado distinto. En ese sentido me gusta pensar el cine que hago como la lectura de un diario personal.
10.- Tengo muy poca confianza en mí mismo para operar una cámara, el trabajo técnico me es muy desconocido, pero tengo un gusto muy particular por la composición de la imagen, solo en ocasiones muy específicas trato de hacer la fotografía en mis películas. Por fortuna he construido una relación muy estrecha con mi fotógrafo de cabecera: Liao Pen-Jung.
11.- Mis películas están fundamentadas en la expresión de los deseos y también están pobladas de una parte carnal: Creo que ese deseo siempre está relacionado con la evolución de mis personajes, pero sobre todo de la vida real de mis actores.
12.- El deseo está conectado a nuestro cuerpo en todo momento, por lo que, al igual que nuestra vida, va cambiando en todas nuestras etapas de crecimiento; desde nuestra niñez, la juventud y finalmente la vejez. Un ejemplo muy particular es Stray Dogs, donde el protagonista entra en conflicto por la insatisfacción que le genera no haber realizado ciertas cosas.
13.- En largometrajes más tempranos hablo sobre los deseos de un joven; una exploración tanto sensorial como psicológica. Lee Kang-sheng se encuentra en una búsqueda sexual y emotiva.
14.- En varias de mis películas busco hablar sobre el cambio y la evolución de nuestros cuerpos, a la par que la evolución de los deseos.
15.- Me gustan mucho las canciones populares que se escuchaban en la década de los setenta en Taiwán. Las películas que veíamos aquellos años en Hong Kong, Taiwán y Malasia imitaban el estilo de las grandes producciones hollywoodenses con bandas sonoras extraordinarias. Esas funciones quedaron grabadas en mi memoria y las recuerdo con mucho cariño.
16.- Otra función que busco con el uso de la música es la de generar contrastes: En The Hole, el ambiente es muy lúgubre por lo que la música genera un contrapunto muy significativo.
17.- Precisamente el uso del elemento sonoro también tiene que ver con el deseo, estas canciones populares hablan sobre el amor o sobre la búsqueda del amor aún cuando lo hacen desde lugares comunes o de manera trivial, es un tema que siempre está presente.
18.- Los actores con los que trabajo son muy introvertidos en la vida real, por lo que las escenas musicales juegan un papel importante enriqueciendo y contrastando el ritmo, por ejemplo en The Wayward Cloud.
19.- En China, el concepto de las galerías de arte es algo muy nuevo. La primera vez que se vio videoarte fue mucho tiempo después de lo que aconteció en Europa. Generalmente el público en Asia no está tan acostumbrado a estas dinámicas. Es un fenómeno cultural que se ha expresado poco a poco.
20.- En el caso de Taiwán existen muchas galerías de arte y desde hace mucho tiempo yo he tenido la iniciativa de exhibir mis trabajos ahí, desde los largometrajes hasta las series de cortometrajes.
21.- Considero que este fenómeno es muy importante, en primer lugar para cultivar el gusto de las personas e incentivarlos a acudir a las galerías.
22.- Y la otra razón es debido a las transformaciones que ha sufrido el cine en años recientes, en especial el cine comercial; un ejemplo muy claro son las producciones de Netflix con sus aproximaciones reduccionistas. Mis películas siempre han sido diseñadas para la pantalla grande, y es frente a este contexto que me preocupa mi aproximación artística al cine, la utilización de estos espacios es algo muy importante.
23.- Creo que no puede existir nada sin el tiempo, ni la vida, ni el cine. Creo que una cosa es el tiempo presente que va transcurriendo y otra muy distinta la manera en que somos conscientes de ese tiempo, la apreciación de una temporalidad o el abandono de ese presente. En las películas comerciales no importa esa distinción, nunca ha interesado la consciencia del tiempo, al contrario. Creo que una de mis inquietudes cinematográficas más profundas es la de encontrar un flujo continuo del tiempo.
24.- El tiempo es el mayor regalo que nos ha dado la vida. Cuando yo era joven me preocupaba porque llegué a creer que la vida solo me alcanzaría para hacer 10 películas. Days ha sido la onceava y creo que ha sido un gran regalo.
Antes de concluir con la sesión virtual, Tsai Ming-liang agradeció a todas y a todos los asistentes del taller y a modo de despedida afirmó: “Nunca imaginé que mi filmografía viajaría a un lugar tan lejano como México, me encuentro muy feliz de poder estar con ustedes. Muchas gracias”.